La Guardiana de los Dragones

Hace algunos años estaba paseando por el bosque que hay junto a mi casa cuando de repente me encontré lo que parecía una gran piedra blanca. Cuando me acerqué resultó que era igual de alta que mi rodilla y estaba abombada como un huevo. Al ver tal piedra despertó mi curiosidad y fascinación por lo que decidí llevármela, si podía con ella, a casa para estudiarla más detenidamente. Al llegar a mi casa le hice diferentes pruebas hasta que descubrí que se trataba de un huevo gigantesco de un animal desconocido. Por los resultados supuse que se trataba de algún tipo de reptil. Lo dejé en mi laboratorio y fui a acostarme porque ya era muy tarde.”Continuaré mañana” me dije a mí misma. A la mañana siguiente tras desayunar bajé de nuevo al laboratorio y me encontré con los restos de la cáscara del huevo, entonces oí un crujido arriba que parecía venir de la cocina y subí corriendo. Allí me encontré con un gran estropicio y un animal que procederé a describir: era una especie de iguana de un color dorado, muy bello, que refulgía con la luz de la mañana, tenía unas alas muy pequeñas y traslucidas y un pequeño cuerno en el hocico. Este extraño, pero hermoso animal nada más verme se acercó a mi y se empezó a frotar contra mis piernas, como si fuera un gatito y me lamió el pie.”Qué adorable” pensé para mis adentros. Pero... ¿qué era tal extraño ser? Por mucho que busqué y busqué en enciclopedias y en Internet no encontraba ninguna información sobre él lo que supuse que ya estarían extinguidos. Por su aspecto supuse que sería una cría de dragón. Cuando terminé fui a ver que hacía y me lo encontré durmiendo acurrucadito en mi cama pegado a un peluche que tenía de un San Bernardo. Sin querer hice un poco de ruido y el animalito se despertó y empezó a emitir un sonido como un perro cuando gime…Al rato se oyó un inmenso rugido procedente del tejado de mi casa. Cogí al dragoncito y sin pensármelo dos veces subí corriendo al tejado….Y allí encontré una réplica exacta del dragoncito pero en grande, muy grande. Al verme empezó a hablar. Seguramente os parecerá increíble pero así es. Me dijo que si yo había encontrado a la cría y le dije que sí. Al momento nos cogió al animalito y a mí y tras lanzar una llamarada hacía el cielo empezó a volar hacia él sin parar hasta que de pronto aparecimos en otro lugar. Trataré de describiros tan bello paraje: el cielo era del color de la aurora boreal y la tierra era verde, un verde tan intenso que hacía daño a los ojos, también divisé unas grandes cuevas en lo alto de una gran montaña y unos limpios y caudalosos ríos de inigualable belleza. La dragona, supuse que era tal, nos dejó en una de aquellas cuevas. En su interior encontré unos cuantos dragoncitos más que me miraron con curiosidad. La dragona me explicó que había sido elegida por el dragoncito para salvar el mundo de los dragones de la malvada tirana llamada Sacrianna, que se proponía gobernar el mundo de los dragones.Yo me quedé indecisa sin saber que decir hasta que, tras mucho pensar decidí vencer a la bruja mediante un cubo de agua tal y como hizo Dorotea en el Mago de Oz. Me indicaron cuál era el castillo de la bruja y al llegar me la encontré esperando mi llegada. Trató de hechizarme pero la esquivé y cuando se dio la vuelta le eché el cubo de agua encima. La bruja profirió tal chillido que casi me dejó sorda y desapareció transformándose en un charco de agua.Por tal hazaña los dragones me nombraron su protectora y me invitaron a vivir con ellos en tan hermoso lugar a lo que yo accedí de buena gana. Dos años después este mundo necesitaría otra vez mi protección pero esa ya es otra historia....




FIN

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